Los wombífilos son criaturas color esmeralda, del tamaño de un lobo y con enormes dientes que sobresalen de su hocico hasta casi tocar el suelo. Su cara es como la de un wombat, un enorme roedor. Sus ojos color avellana son rasgados y delineados de negro como un felino. En las patas poseen grandes y terroríficas garras para poder cavar hoyos y túneles.
Se alimentan del miedo de la gente y viven bajo tierra en zonas húmedas y calientes.
Los wombífilos nacieron cuándo una poderosa bruja necesitó un ejército fiero para vencer a sus adversarios. Por ello, creó a estas criaturas parecidas a un enorme roedor, usando la esencia de las plantas para darle color, la fuerza de un felino y la capacidad de esconderse bajo tierra. Estos animales se alimentaban del miedo de sus hombres haciéndolos temerarios y excelentes guerreros.
Si te cruzas con uno de ellos ten cuidado, la ausencia de miedo no es tan buena como creemos. Además, para regresar a la normalidad, la sangre del wombífilo hay que beber.