Desperté adolorida. El recuerdo de Salomón besándome ocupó mis pensamientos, sentí un escalofrío recorrerme la espalda, se me erizó la piel y comenzó a faltarme el aire. Rememoré los gritos de placer de Irina y las fuertes embestidas de Salomón. Fingí no haberlo notado. Los había contemplado con recelo, pero en cuando los miraba más,
Posts Tagged:fantasía
–Un sabio cuida la biblioteca –le había dicho el vidente-. Un sabio capaz de enseñar una magia poderosa y antigua. De esa magia habían nacido las otras, y solo debía dominar los hechizos y el estado mental para controlarlas. Al inicio, a Fahur le pareció un cuento para críos y despachó al vidente. Al poco,
Habían pasado varios años desde la última reunión del consejo, tantos que incluso muchas de las brujas no recordaban bien a sus miembros. Las más jóvenes no sabían siquiera de su existencia. La reunión se debía a la amenaza constante de los magos oscuros. Glibenka, la jefa del reino, conocía bien el peligro, había dedicado
Ese invierno fue más crudo. Las nevadas no cesaban y era casi imposible encontrar animales para cazar. Silán era una tierra rica, repleta de fauna y flora, pero con el invierno los animales migraban o se escondían en sus madrigueras, haciendo más difícil llevar comida a las familias. Nunca antes un príncipe había cazado para
Anya bajó la mirada y se frotó las manos, estaba transpirando. Le agobiaba el destino desconocido de su hermana y el de su hijo. Hizo el juramento como se lo pidió la soberana y prestó atención. –Lo que estoy por contarte lo saben el consejo y la jefa de las guardianas, a quienes conociste hoy
Zafariel caminaba nervioso en la terraza de sus aposentos. De vez en vez, observaba el cielo con la intención de encontrar respuestas en las estrellas. –No puedo ver nada, ni siquiera su esencia –se repetía así sí mismo. Sus enormes alas rozaban con el borde del balcón, la luna azul resplandecía como nunca y el
Anya se despertó al amanecer, hacía frío, algo inusual en Moprayla, en donde el clima tibio predominaba la mayor parte del año. Escuchó un llanto a lo lejos, agudo, constante. Tomó su capa, se la echó a los hombros y salió para averiguar que estaba pasando. Caminó hacia un sendero rodeado de grandes pinos, las